miércoles, 15 de octubre de 2008

El Renunciamiento

Hastiado por las mínimas traiciones de sus lugartenientes, muchos de los cuales le deben su existencia en la política, Mario Das Neves renunció a la presidencia del PJ chubutense y congeló, en el mismo movimiento, su recién lanzada campaña nacional, con la que buscaba la candidatura presidencial por el PJ en el 2011.

Lo hizo con un mensae breve, de no más de quince minutos, con el que cargó sin nombrarlos contra dos jefes comunales, el madrynense Carlos Eliceche y el cordillerano Rafael Williams.
Ambos habían objetado la composición del escenario del Modelo Chubut y cuestionado su ausencia entre los llamados 40 Principales del dasnevismo.

El flujo de la interna colmó la capacidad de aguante del Gobernador, un conocedor de los estragos que este tipo de fenómenos ha producido en el peronismo de Chubut a lo largo de los años y que parecía haber cesado, bajo el influjo de la catarata de victorias electorales que el jefe ahora dimitente le dio en los últimos años.

"Como presidente del Partido me callé muchas veces. No voy a hacer lo mismo si no lo soy", le advirtió Das Neves a ese auditorio, que mezclaba amigos, enemigos y acomodaticios, casi por partes iguales.
"Es una decisión tomada", le replicó con dureza al cántico de la barra de militantes que coreaba un clásico de las despedidas. "Mario no se va. No se va, Mario no se va", se ilusionaban esos veteranos de los años sin tantos honores.

Sin que se le moviera un músculo y sin gestos que permitiera adivinar su pensamiento, estaba uno de los oyentes que concentraba atenciones. Norberto Yauhar ya sabe ahora que su adiós no es el único.

Lo que nadie sabe, es cuál será el punto final de esta historia.

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