"Me convocaron, me dieron una credencial. Me subieron a una combi a primera hora de la mañana. Me llevaron a la planta. Abrieron una puerta y me dejaron en una pieza llena de sanguchitos. Después, abrieron la puerta y pasamos a un corralito donde sólo podía hablar con otros como yo, que habían llegado igual que yo. Entre todos, mirábamos de lejos a los otros. Y las cosas que hacían los otros. Escuchamos desde ahí los discursos que decían los otros.
Cuando terminaron los otros, me cargaron de nuevo en la combi y me dejaron en el lugar del que había salido".
Relato de un periodista acerca de las condiciones de trabajo durante los actos de inauguración de la ampliación de Aluar en Puerto Madryn.
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