Eduardo Samamé fue destituido del cargo de Procurador General que ocupó hasta el filo de la medianoche del miércoles 20 de agosto. Tal como lo había anticipado Rawsonline hace unas horas, el resultado fue 11 votos por la destitución, contra 2 por la absolución del ex-magistrado, la pieza mayor que ha cobrado hasta ahora el Gobierno, en su incansable búsqueda de la suma del poder público, una victoria pírrica que sólo le traerá verguenza en un futuro más o menos cercano.
Con la designación del nuevo Procurador, que será la mano derecha "legal" del Gobernador, Jorge Miquelarena, Das Neves tendrá un récord que lo coloca en la fila de Ramón Saadi, Adolfo Rodríguez Sáa, Carlos Juárez y otros caudillos representantes del autoritarismo en la Argentina: habrá nominado a cuatro ministros del Superior Tribunal de Justicia y un Procurador, datos que convierten al Poder Judicial en una caricatura, no demasiado confiable para la búsqueda de la justicia y la seguridad, pero sí apta para la persecución de opositores, críticos y ciudadanos no alineados en el partido oficial.
Los más duros en la condena a Samamé, no fueron los diputados por el PJ, sino dos conversos de reciente factura: el ex-director de Conservación de los gobiernos radicales y hoy diputado, Néstor "Quique" García y el ex-concejal por la UCR en Comodoro Rivadavia, Ricardo Astete.
En el muy mediocre trámite del juicio, alguien tendrá algo para mostrar con honor, el defensor oficial de Samamé, Alfredo Pérez Galimberti.
Para los integrantes de los bloques oficiales, la mejor noticia sería que esos archivos se prendieran fuego. De esa manera, la verguenza de sus actos no se trasladaría a quienes los sucedan, que nada habrán tenido que ver en este asunto.
Con la designación del nuevo Procurador, que será la mano derecha "legal" del Gobernador, Jorge Miquelarena, Das Neves tendrá un récord que lo coloca en la fila de Ramón Saadi, Adolfo Rodríguez Sáa, Carlos Juárez y otros caudillos representantes del autoritarismo en la Argentina: habrá nominado a cuatro ministros del Superior Tribunal de Justicia y un Procurador, datos que convierten al Poder Judicial en una caricatura, no demasiado confiable para la búsqueda de la justicia y la seguridad, pero sí apta para la persecución de opositores, críticos y ciudadanos no alineados en el partido oficial.
Los más duros en la condena a Samamé, no fueron los diputados por el PJ, sino dos conversos de reciente factura: el ex-director de Conservación de los gobiernos radicales y hoy diputado, Néstor "Quique" García y el ex-concejal por la UCR en Comodoro Rivadavia, Ricardo Astete.
En el muy mediocre trámite del juicio, alguien tendrá algo para mostrar con honor, el defensor oficial de Samamé, Alfredo Pérez Galimberti.
Para los integrantes de los bloques oficiales, la mejor noticia sería que esos archivos se prendieran fuego. De esa manera, la verguenza de sus actos no se trasladaría a quienes los sucedan, que nada habrán tenido que ver en este asunto.
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