viernes, 22 de agosto de 2008
En Buenos Aires No
Finalmente, los judiciales encontraron el Talón de Aquiles del Gobierno y forzaron una negociación salarial que puede satisfacer sus reclamos, sean justos o no.
Es que, cuando amagaron con protestar frente a la Casa del Chubut en Buenos Aires, el mismo Gobierno que les había dicho hasta el hartazgo que su reclamo de continuar con la vigencia de la Ley de Enganche era "impagable", los llamó de urgencia para conversar como buenos amigos y resolver las diferencias.
No ocurrió lo mismo, por cierto, con los docentes y los estatales "de a pie" que no tienen ese poder de fuego, al menos por el momento.
Por eso, maestros y empleados de la Administración Pública deberán conformarse, por ahora, con los anuncios fallidos de El Hermano Daniel sobre aumentos que no son tales y acuerdos que no se han firmado.
El efecto "mágico" logrado por los judiciales, podría contagiar a sectores de la política chubutense, que ya planean estrategias para tratar de instalar temas provinciales en la Capital Federal, allí donde más le duele al Gobierno.
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